Antiguamente destinada quizá más al embellecimiento de piscinas de hotel, hoy en día su destino se dirige a la vivienda habitual de aquellas personas amantes de la comodidad y del gusto estético.
Dentro del campo de la iluminación de piscinas, se han producido avances tan grandes que resultaría casi imposible que una persona imagine su futura piscina sin la iluminación que requiere.
Existen varios tipos de sistemas de iluminación de piscinas. Los tipos de iluminación más frecuentes y que han arrojado los resultados más satisfactorios son: las tradicionales lámparas halógenas y los LEDs.
Actualmente se vienen sustituyendo los focos tradicionales por los LEDs que permiten una gran variedad de luces de colores otorgando a la piscina una tonalidad en muchos casos sorprendente. De este modo se puede adaptar el colorido del agua a los tonos del entorno, mediante un receptor modulador, para una armoniosa creación de ambientes. Sin embargo, para una instalación existente, no se necesita cambiar ni el cableado ni el transformador; puede reutilizarse el nicho instalado con solo cambiar la lámpara convencional por un LED.
De todos los elementos con los que se vienen adornando las piscinas, la iluminación es, sin duda, el que confiere una mayor espectacularidad, y por tanto, una mayor satisfacción.
