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La Cloración Salina es más recomendable económica y medioambientalmente

CLORADORES SALINOS

Tradicionalmente, las piscinas comerciales siempre han sido desinfectadas con el uso de cloro líquido, granulado o gas. Pero el almacenaje, transporte y aplicación del cloro químico está desapareciendo en muchos países debido a los problemas medioambientales. Además, el precio del cloro está asociado a la alcista cotización internacional de los productos químicos.

¿Por qué utilizar la Cloración Salina?

Porque es el sistema de tratamiento del agua más recomendable económica y medioambientalmente, así como el más aceptado en todo el mundo. Porque es la manera más rentable y saludable de conseguir un agua siempre sana, para cualquier piscina. Porque los equipos de cloración salina tienen numerosas aplicaciones en el tratamiento del agua y su utilización es recomendable en piscinas de uso privado, públicas, hoteles, municipales, comunitarias, gimnasios, polideportivos, parques acuáticos, lagos, delfinarios, puertos deportivos, centrales térmicas, nucleares, etc.

La existencia de una pequeña concentración de sal en el agua de su piscina constituye un antiséptico natural que dificulta la formación de bacterias y algas, actuando suavemente sobre la piel del bañista. Esta baja concentración de sal, similar a la de la lágrima del ojo humano, no produce ninguna irritación ocular o dermatológica. Al contrario, actúa como un antiséptico natural en la piel de los bañistas.
El sistema de cloración salina elimina, además, las cloraminas, asociadas con los sistemas de cloración tradicionales y responsables de la irritación de la piel y los ojos y del desagradable olor químico del agua. Además, los componentes nocivos (isocianuros, colorantes, conservantes) siempre presentes en los productos de los sistemas tradicionales, ya no se acumularán residualmente en el vaso de la piscina.

La acción sanitaria del cloro es mucho más eficaz que en un sistema tradicional. El cloro es generado constantemente en la tubería de impulsión o retorno del circuito de depuración, donde su concentración alcanza valores muy elevados. Esta alta concentración es capaz de eliminar contaminantes que, de otra forma, no serían neutralizados por el cloro residual del vaso de la piscina.
Además, el agua, al atravesar la célula es sometida a un fuerte campo eléctrico capaz de oxidar y destruir contaminantes como las cloraminas y los restos de lociones corporales. Esto sólo es posible con un clorador de sal. De esta forma, se obtiene un doble y más potente efecto sanitario y limpiador.

El hipoclorito sódico es producido y disuelto en el agua de forma automatizada. La manipulación y almacenamiento de productos químicos peligrosos no tiene lugar, eliminando así el riesgo de incendio o explosión. La atmósfera corrosiva y los malos olores de las salas de depuración de las piscinas desaparecen, permitiendo al personal trabajar en las mejores condiciones.

El hipoclorito sódico es producido a partir de la sal en un ciclo cerrado, convirtiéndose de nuevo en sal, después de cumplir su función desinfectante. No existe acumulación residual de productos químicos y, muy importante en nuestros días, no hay necesidad de vaciar la piscina.

Un ahorro del 80% en mantenimiento y del 100% en la compra de productos químicos que no son necesarios. Trás amortizar el equipo, el coste de producción es del 10% con respecto a la utilización de los sistemas de cloración tradicionales.

  • El agua salina es un antiséptico natural que inhibe la formación de bacterias y algas.
    Su baja concentración salina, similar a la lágrima del ojo humano, evita los trastornos oculares y dermatológicos producidos con el sistema tradicional.
  • No utiliza cloro ni productos químicos y no hay riesgo de intoxicación. No necesita almacenamiento, lo que elimina el riesgo de incendio o explosión.
  • La sal permanece en el agua en un proceso cerrado y permanente que permite mantener el agua sin cambiarla durante varios años.
  • Con un ahorro del 80% en el mantenimiento y un 100% en productos químicos (ya que carece de ellos).
    Una vez amortizado el equipo, el costo de producción es un 90% menor frente al del cloro tradicional.
  • Favorece el bronceado por su contenido de yodo en la sal – Elimina la irritación de la piel, siendo innecesaria la ducha – Protege el cabello y no destiñe los trajes de baño -Se eliminan el olor y sabor desagradables del cloro tradicional.
  • Es automático: se enciende el equipo, y se ajusta la producción de cloro requerida – No necesita obra civil y se puede adaptar a otros sistemas de cloración.